lunes, marzo 17, 2008

Nací Pobre

TUVE UNA VENTAJA QUE DESGRACIADAMENTE MIS HIJOS NO TUVIERON : YO NACÍ POBRE.
LA FRASE ES DE KIRK DOUGLAS, FAMOSO ACTOR DE CINE.
LA POBREZA, EN EFECTO, ES BUENA MADRE QUE ENSEÑA MUCHO A SUS HIJOS. ENTRE OTRAS COSAS, LES ENSEÑA A ESFORZARSE.
CIERTO SEÑOR DE MI CIUDAD ERA HABIL PARA COMPRAR. A QUIEN LE PROPONÍA EN VENTA UNA CASA, LE PREGUNTABA SIEMPRE : LA HICISTE Ó LA HEREDASTE???. SI EL VENDEDOR RESPONDÍA QUE LA HABÍA HEREDADO, AQUEL SABIO MERCADER ENTRABA EN PLÁTICAS CON ÉL : SEGURAMENTE DARÍA BARATA LA CASA, PUES NO LE HABIA COSTADO.
PIENSO QUE ES MAS DIFICIL PASAR DE POBRE A RICO, QUE LO CONTRARIO. LO RARO ES QUE ESCUCHAMOS A MUY POCOS RICOS DECIR : YO NACÍ POBRE*; Y EN CAMBIO OÍMOS A MUCHOS POBRES QUE SE JACTAN EN DECIR : UNA VEZ FUÍ RICO. ESO QUIERE DECIR QUE LA POBREZA ES MAS FÁCIL DE OLVIDAR QUE LA RIQUEZA"

jueves, febrero 14, 2008

Tanto como el sexo satisface ganar con las inversiones

El placer que siente una persona al ganar dinero se registra en el cerebro en la misma zona que responde a los estímulos que causa el haber tenido sexo.
Yalín Cacho López*

Con información y respeto a las metas se generan las mejores decisionesEl placer que siente una persona al ganar dinero se registra en el cerebro en la misma zona que responde a los estímulos que causa el haber tenido sexo.
En contraste, las pérdidas financieras se procesan en la misma región del cerebro que registra el peligro mortal.
Estos hallazgos plasmados en el libro Your Money and Your Brain: How the New Science of Neuroeconomics Can Help Make You Rich (Tu dinero y tu cerebro: cómo la nueva ciencia de la neuroeconomía puede ayudarte a ser rico), de Jason Zweig, revelan la importancia que el ser humano concede al dinero.En este libro también se pone de manifiesto que el sistema reflexivo del ser humano trabaja tan rápido, que a menudo respondemos a un acontecimiento antes de que la parte conciente del cerebro se dé cuenta de que había cualquier cosa a la cual responder.Y eso es muy común cuando de inversiones se trata, sobre todo cuando el inversionista es inexperto o no cuenta con la información necesaria para interpretar los movimientos que registran los mercados financieros, y ubicar la tendencia que siguen.La rapidez con la que se toman las decisiones de inversión como el incurrir o no en ciertas acciones o monedas, dejar el dinero en instrumentos de renta variable o moverlos a los de renta fija, hace la diferencia entre las ganancias que logran las grandes empresas en los mercados financieros, y las que suelen obtener los individuos."Las pérdidas o ganancias que logran este tipo de inversionistas no sólo dependen del volumen de dinero que invierten, sino de las decisiones que toman y la rapidez con la que lo hacen", comenta Kristen Boling, miembro de la unidad de administración de inversiones de la firma estadounidense SEI Compass.En su opinión, para lograr ser exitosos en el tema de inversiones es necesario que las decisiones que toman respecto a su dinero sean informadas y respondan a sus necesidades cotidianas.La vida de las personas es muy dinámica porque depende de muchas decisiones como el casarse, tener hijos, divorciarse o cambiar de trabajo, y las personas deben analizar si las decisiones que toman respecto a su dinero responden efectivamente a lo que quieren en la vida, refiere."Si estoy cercano a la jubilación, no quiero sobresaltos con mis inversiones, pero si empiezo mi vida laboral, puedo soportar los vaivenes del mercado financiero".Considera que la clave para empatar los objetivos de vida con la forma en que se administra e invierte el dinero está en identificar nuestras metas y los recursos que tenemos para lograrlas.Para ello resulta fundamental analizar qué queremos ahora, qué tenemos hoy y qué queremos lograr y tener en el futuro, así como ubicar los recursos de los que disponemos y los que planeamos tener.Es decir, para hacer crecer nuestro dinero es más importante observar nuestros objetivos de vida y con base en ellos establecer estrategias de inversión, previa asesoría de un experto, que estar pendiente de la volatilidad en los mercados financieros.
ycacho@eleconomista.com.mx